La luna y sus fases: Aliada del jardín en verano
- Plantas y Jardines de Uruguay
- 13 ene
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El jardín, más allá de ser un espacio de belleza, está estrechamente vinculado con los ciclos de la naturaleza. Uno de los factores más influyentes en el crecimiento de las plantas es la Luna. Al igual que con las mareas, las fases lunares tienen un impacto directo sobre el desarrollo de los vegetales.
Hace un año, exploramos la poda tradicional durante el último menguante de agosto, un momento clave para favorecer el crecimiento y la salud de los árboles. Ahora, vamos a profundizar en cómo las diferentes lunaciones afectan a tu jardín, especialmente en verano.
La influencia de la luna en el jardín
Desde tiempos antiguos, los jardineros han observado cómo la Luna influye sobre el ciclo vital de las plantas. Se cree que, al igual que la gravedad lunar afecta las mareas, su energía también tiene un papel en el flujo de savia de las plantas.
Existen varias teorías que sostienen que las fases lunares afectan la germinación, el crecimiento y la cosecha de las plantas. A medida que la luna crece, los jardineros y agricultores tenemos más fuerza para luchar contra los parásitos y las enfermedades. En cambio, cuando mengua, tienen menos vitalidad. No obstante los colores, olores y sabores, así como las propiedades medicinales de las plantas son más fuertes.
Las fases lunares y su efecto

Luna Nueva (Inicio del Ciclo).
La luna nueva, novilunio o interlunio es una fase lunar que sucede cuando la Luna se encuentra situada exactamente entre la Tierra y el Sol, de manera que su hemisferio iluminado no puede ser visto desde la Tierra.
Cuando no es visible en el cielo, es un momento ideal para plantar especies que crecen por debajo de la tierra, como las raíces tuberosas, rizomas y tubérculos. La energía de esta fase es interna, favoreciendo la absorción de nutrientes en el suelo. Es un buen momento para sembrar Dalias, peonías, todos los bulbos de flor como anémonas, marimoñas, lirios (Lillium), narcisos y jacintos. También las cañas, jengibres, achiras, clivias y agapantos. En tanto que si tenemos Huerta, cultivaremos cebollas, ajos, zanahorias y papas. Estas especies, al crecer bajo tierra, aprovechan al máximo la energía concentrada en el suelo que la Luna Nueva proporciona, estimulando un desarrollo robusto de sus raíces y garantizando cosechas
Luna Nueva Luna Creciente
Cuarto Creciente
En esta fase, la Luna comienza a mostrar su hemisferio iluminado, incrementando gradualmente su luz.
Es un momento clave para las plantas que crecen hacia arriba, desarrollando hojas, tallos y ramas vigorosas.
En el ámbito ornamental, es el mejor momento para plantar arbustos y árboles de follaje exuberante, así como enredaderas y trepadoras como jazmines, buganvillas y madreselvas. Si necesitas trasplantar, el Cuarto Creciente es el momento ideal, ya que las plantas estarán más energizadas y podrán establecerse con mayor rapidez Durante esta fase, el crecimiento de las raíces y la parte aérea se ve favorecido, lo que les permite adaptarse mejor y crecer de manera más vigorosa.
La savia asciende hacia las partes aéreas de las plantas, lo que estimula un crecimiento rápido y saludable. Este período es ideal para sembrar hortalizas de hoja como lechugas, espinacas, acelgas y repollos, así como hierbas aromáticas como albahaca, perejil, salvias, orégano, tomillo o laurel.
Cuarto Creciente es perfecto, ya que las plantas tendrán más fuerza para adaptarse a su nuevo lugar La savia fluye con intensidad hacia las partes superiores, lo que facilita el desarrollo de brotes y hojas, garantizando un crecimiento vigoroso.
Luna Llena Luna Menguante
Luna llena
Es el mejor momento para cosechar frutos y flores, ya que los niveles de agua en las plantas y el suelo están en su máximo punto. Esto asegura frutas jugosas y flores vibrantes. En el huerto, cosecha tomates, ajíes y morrones, calabazas y otras frutas de estación.
Si bien esta fase no es óptima para plantar, es excelente para recolectar semillas, ya que estarán llenas de vitalidad. También es un buen momento para realizar podas que busquen fomentar floraciones futuras, y para realizar tareas como desmalezar o preparar compost, aprovechando el dinamismo energético del suelo.